miércoles, 25 de diciembre de 2013

Qué significa la acupuntura para mí

La acupuntura es algo que me llamaba la atención desde hacía años. A los 11 comencé a interesarme por el chino, de ahí al japonés y a las culturas orientales en general. Eso incluye no solo sus idiomas -que eran, sin duda, lo que más me llamaba la atención-, sino también sus terapias, puesto que mi interés en la sanidad podría decirse que ha sido una constante (o al menos casi siempre) en mi vida.

Junto con la acupuntura, me interesé en otras terapias naturales o por lo menos de enfoque holístico, como son la reflexoterapia, la auriculoterapia y el masaje como medio de curación. Tal es así en el último de los casos que escogí como segunda opción de carrera Fisioterapia, y que aún hoy continúo aprendiendo lo que puedo sobre masaje, en el limitado tiempo libre que una carrera tan exigente como Medicina me deja.

Al principio me mostré bastante creyente en la eficacia de tales terapias. Busqué apuntes, artículos y libros, creyendo poder encontrar en ellos pruebas de la misma. Con el tiempo, fui entrando más y más en el mundo de la ciencia, conociendo el método científico, ese que pese a sus limitaciones nos ha permitido dar un salto enorme desde que comenzamos a ser capaces de crear fuego a partir del rozamiento de dos piedras. Y esto me abrió la mente. Yo quería creer, quería creer que la acupuntura, al igual que la reflexoterapia (pues fueron estas dos las que más captaron mi atención de entre las terapias varias sobre las que leí), tenía fundamento y funcionaba; pero para ello, necesitaba pruebas. Porque aunque es cierto que la experiencia es fuente de conocimiento, esta es excesivamente dependiente de la subjetividad y de nuestros deseos, y muchas veces vemos lo que queremos ver, y no lo que de verdad es.

Y no es culpa de nosotros, en realidad. Nuestro cerebro está estructurado de forma que podamos sobrevivir, y el recordar y establecer relaciones causales entre los hechos que vivimos nos ha permitido llegar a día de hoy, en vez de extinguirnos. Pero ahora que tenemos estos conocimientos no podemos seguir basándonos únicamente en la experiencia propia, en los "a mí me funciona". Necesitamos más, porque la salud es un tema muy serio y muy importante, y no se puede jugar con ella simplemente porque uno crea que algo es lo mejor. Llega un momento en que uno debe estar seguro de que lo que le está recomendando a su paciente es adecuado, y ahí es donde entra el método científico: yo anoto mi experiencia, cómo fue que la obtuve y cómo creo que podría explicarse, y la comparto con más gente interesada en el tema. Esas otras personas pueden volver a repetir lo que yo, o idear experimentos mejores, y anotar sus conclusiones. A partir de la experiencia de mucha gente, uno puede estar seguro -dentro de un intervalo de probabilidades- de que lo que le está diciendo a su paciente es cierto, o por lo menos de que hay pruebas de que lo es (es el gran problema del método científico: nunca se puede estar seguro de nada, porque el conocimiento es cambiante; a la vez, es su mejor baza, puesto que no hay dogmas, solo teorías con mayor o menor fundamento, lo que permite evolucionar).

Ahí es donde entré en conflicto con estas terapias. Para la acupuntura pude encontrar algunas bases fisiológicas, pero para la reflexoterapia no. Por más que buscara, si me encontraba con artículos científicos,  estos estaban publicados en revistas de dudosa rigurosidad (sé bien que el sistema de revistas y factores de impacto no es perfecto, pero hay revistas que huelen a pseudociencia a kilómetros de distancia), o bien llegaban a conclusiones desmedidas para los resultados obtenidos tras unos métodos en múltiples ocasiones cuestionables.

Pero la acupuntura, pese a que parece tener ciertas bases a nivel fisiológico, tampoco puede ser aceptada como ciencia. Vale que parezca actuar sobre la puerta del dolor en el asta dorsal de la médula, pero de ahí a decir que hay una "energía" que fluye por unos canales inexistentes físicamente y que cuando esa energía circula mal o se para viene la enfermedad, hay un trecho, pero un trecho bien gordo. Por eso no puedo creer en la acupuntura, porque tal y como está enfocada es una pseudociencia.

Aún así, cuando llegué a 3º de Medicina, escogí la asignatura optativa de Acupuntura, porque quiera que no, me sigue interesando y sigo teniendo la esperanza de poder aplicar la parte científica, obviando aquella que no tiene fundamento.

El resultado ha sido que he entrado más en detalle en su estudio, tanto la parte científicamente contrastable como la que no lo es. Me ha gustado, me he interesado mucho y me han llamado muchísimo la atención las relaciones que la MTC establece entre los distintos órganos, y cómo la acupuntura trata de arreglar los desequilibrios del cuerpo que nos provocan enfermedad. He descubierto algunas cosas que desconocía sobre su actuación a nivel fisiológico, y mi interés por la misma ha aumentado con respecto a antes de escoger la asignatura. Pero sigo sin encontrar unos fundamentos totalmente contrastables de que verdaderamente pinchando en ciertos sitios -y no otros-, según el color de la cara del paciente o el estado de su lengua o si tiene frío o calor, se pueden tratar diversas enfermedades. El dolor parece que sí (insisto en el parece), pero ¿qué hay del resto? No se puede aceptar como científica una terapia que de ciencia solo tiene un 5%, y por ello no puedo apoyarla ni en hospitales de manera generalizada ni como estudios obligatorios (optativos es distinto) en ninguna carrera. Además, ya hay técnicas (como la electroterapia) que hacen uso de eso que forman parte de la Fisioterapia, con lo que en realidad ese 5% ya está incorporado a la "medicina científica" (si es que existe otra medicina, en el sentido estricto de la palabra).

Me gustaría pensar que hay más de ciencia en la acupuntura, pero sencillamente no puedo hacer un acto de fé. Necesito pruebas, porque son vidas lo que hay en juego en mi futura profesión. Así pues, seguiré leyendo e interesándome, y este curso me ha servido como un empujón, pero no apoyaré su difusión ni su uso en los hospitales hasta que hayan pruebas de ello.

Espero que este blog te haya gustado, lector, pues esta es la última entrada. Hemos hecho un repaso de los conceptos más sencillos pero a la vez clave para comprender en qué consiste la medicina tradicional china, especialmente en lo referido a la acupuntura. Ha sido un placer escribir estas líneas -aunque haya tenido momentos de agobio, por lo duro del 3er año de la carrera-, y espero que saques tus propias conclusiones, estén de acuerdo con las mías o no. Porque se trata de investigar por ti mismo, tener la mente abierta a más posibilidades, de ver todas las cartas y decidir sin descartar una parte de la baraja de primeras. Y esa decisión final (o transitoria, quién sabe) ya es personal de cada uno.

Lo importante, es tener curiosidad y tratar de vaciar la taza para llenarla de nuevo. Tú decides si te quedas con el té rojo que acabas de probar, o con el verde que tanto te gustaba; al fin y al cabo, es cuestión de experimentar.

Hormonas y enzimas, ¿catalizadores energéticos?

Hace unos días fuí de visita a mi antiguo instituto, en San Fernando, junto con mi buen amigo (más bien hermano) Alberto, tal y como hacemos durante un día al año desde que comenzamos nuestras respectivas carreras. Hablamos con los profesores, recordamos -con cierta nostalgia en ocasiones- las instalaciones y vemos cómo a pesar de la crisis siguen esforzándose duramente por dar una buena preparación y, en especial, por hacer que el instituto no solo sea ese aburrido sitio al que uno va a que le suelten un sermón que luego tiene que escupir en clase, sino un lugar donde también hay espacio para el divertimento, organizando talleres y actividades varias.

Uno de los profesores que nos marcó más a ambos fue F. F., que nos dió matemáticas en 2º de Bachillerato. Tal profesor originalmente era físico pero posteriormente estudió matemáticas, y una de sus características es que se lo cuestiona todo, es muy escéptico, en el sentido estricto de la palabra.

Así pues, cuando nos encontramos con él solemos mantener largas charlas sobre temas de ciencias y de actualidad, y resultó que su mujer estaba aprendiendo algunas cosas sobre acupuntura. A raíz de eso, y de que hablamos sobre el tema de la inminente legislación de la homeopatía, salió el tema de las posibles bases científicas de la acupuntura.

Le comenté algunas de las cosas que habíamos hablado en clase y, en especial, aquellas cosas que encontramos mi grupo y yo cuando hicimos el trabajo de búsqueda de información, como las interacciones con receptores opióides y la teoría de la puerta. Y F.F. me sugirió una curiosa explicación: que hubiera una base no química, sino física.

Tradicionalmente, la medicina occidental estudia y trata el cuerpo humano desde el punto de vista químico casi estrictamente: esto pasa así porque tal enzima provoca tal reacción (bio)química. Pero, ¿y si la física jugara un papel más importante del que nosotros creemos? ¿Y si verdaderamente el Qi fuera una "corriente" de energía que, tal y como proponía F.F., fuese catalizada por hormonas y enzimas?

No he podido encontrar información suficiente en Internet al respecto, pero según nos comentó, es posible que así sea. De tal modo que, la presencia, ausencia o disfunción de ciertas enzimas, pudiera provocar desequilibrios en la distribución de la energía catalizada que afectara a los sistemas funcionales de otros órganos, del modo en que el atasco del Qi provoca la disfunción orgánica.

Si esto fuese así, se nos plantea una duda bastante inquietante: ¿cómo podían los antiguos y milenarios habitantes de la actual China saber eso? Evidentemente no habían medios para medir la energía -ni tan si quiera actualmente podemos medir el Qi-. ¿Cómo es posible? El profesor en cuestión propuso una idea cuya probabilidad, como él bien reconocía, es más bien remota: tal vez, si no estamos solos en el universo, esos conocimientos fueran dejados por otros. Yo en lo personal me inclino más a pensar que fue, como se suele decir sobre la MTC, fruto de la observación rigurosa de los fenómenos naturales, es decir, de lo que acontece a nuestro organismo. Ya se sabe lo paciente y perseverante que es en general el pueblo asiático. No les quitemos mérito.

Un auge que no viene acompañado de normativa

Buscando información sobre el estado de la acupuntura en España, encontré un interesante artículo de 20minutos que hablaba precisamente sobre ello. En él se destacan varias de sus bondades y se habla entre otras cosas sobre que existen 3000 médicos acupuntores, varias organizaciones tanto nacionales como internacionales que apoyan la acupuntura y un gran crecimiento del número de pacientes -especialmente con problemas crónicos- que deciden someterse a esta terapia.

Más adelante, yendo de enlace en enlace, dí con un artículo de una página sobre escepticismo -que ya conocía y que recomiendo fervientemente- en el que se mencionaba un caso concreto, el de la judoka olímpica canadiense Kim Ribble-Orr, que tras someterse a acupuntura sufrió un colapso pulmonar como resultado de una mala praxis por parte del terapeuta que acabó con su carrera. Más adelante habla también sobre casos de gente que ha sufrido problemas graves o incluso muerto (muy famoso el caso de Steve Jobs, que quizás podría haberse recuperado de haberse sometido al tratamiento adecuado desde el principio) debido a la creencia en pseudociencias, pero realmente no es de lo que quiero hablar aquí.

La relación entre los dos artículos es la siguiente: la acupuntura evidentemente está en auge. Está en boca de muchos y en la mente de otros tantos, planteándosela como una posibilidad. Se habla bastante de sus bondades y, siendo sinceros, a los occidentales en especial nos llama mucho lo exótico, y si es chino aún más. El problema es que este aumento de su importancia no se ve acompañado de una legislación que nos permita disfrutar más de sus bondades que de sus riesgos.

En el artículo de 20minutos se comenta que existen 3000 médicos acupunturos según datos de la Asociación Colegial de Médicos Acupuntores del Colegio de Médicos de Madrid, la mayoría con títulos extranjeros (de China) y otros tantos con títulos de acupuntor cuya procedencia u organismo otorgador no especifican. Y ahí no se contabilizan los acupuntores que no son médicos, que también hay bastantes -no he podido desgraciadamente encontrar cifras en Internet, pero no es infrecuente ver anuncios de cursos de acupuntura, entre otras terapias, en farolas-.

La cuestión es, ¿tener el título de médico es suficiente, aunque las titulaciones de acupuntura no estén reguladas y, por tanto, puedan proporcionar una formación mediocre e ineficaz que pueda resultar en una futura mala praxis por parte del profesional? Y lo que es más, ¿qué pasa con aquellos que no son médicos, pero practican la acupuntura porque hicieron "un cursillo de unas cuantas semanas"?

Es cierto que cada vez la acupuntura se demanda más, y eso puede hacer -y de hecho, lo hace- que un gran número de estafadores vean en ella una oportunidad, pues por unos cuantos euros y en unas pocas de horas pueden abrir una "clínica" propia y, título de acupuntor por la Universidad Mágico-energética de Alpedrete en mano, insertar agujas a distro y siniestro para "ayudar" al cliente.

Por eso, sería lógico que existiera una normativa bien fundamentada que regulara tanto quién expede los cursos como cuál es el contenido de los mismos, además de los requerimientos para poder apuntarse y obtener el título de acupuntor. Sin embargo, esto no es así en la mayor parte de los casos, lo que deja un agujero legal muy peligroso para todo aquél que desee probar esta terapia.

Algo importante a definir entre los requisitos, a mi modo de ver, es tener una carrera sanitaria, en concreto Medicina o Fisioterapia. El por qué no incluyo Enfermería no es más que porque su estudio sobre las estructuras anatómicas, especialmente musculares, no es demasiado completo -al menos no lo suficiente para cumplir con la labor de acupuntor-, además de que aunque como es de esperar saben mucho sobre las enfermedades, realmente están más centrados en los cuidados del paciente para lograr su recuperación, más que en la instauración de una terapia como tal -sí, ya sé que en sí mismo es una terapia, pero por favor querido lector, trata de no darle demasiadas vueltas al asunto porque ambos nos entendemos-.

Los fisioterapeutas y los médicos, por su parte, tienen un conocimiento más profundo del cuerpo humano, y en concreto los fisioterapeutas manejan como nadie las terapias corporales, especialmente en el ámbito neuromuscular, que es donde la acupuntura juega el que es su papel actualmente más interesante.

Así pues, mínimo deberían tener una titulación de cualquiera de las dos carreras sanitarias anteriormente descritas. Pero un buen médico o un buen fisioterapeuta no tiene por qué ser un buen acupuntor, requiere una formación rigurosa y adecuada, y es por ello que debería también legislarse una titulación de acupuntor.

Así que así es como están las cosas actualmente. Con la acupuntura en España como una posible atracción para estafadores, en perjuicio de los potenciales pacientes. Esperemos que de aquí a unos años el gobierno deje de preocuparse porque salgamos a la calle a ejercer nuestro derecho a quejarnos y regule no solo la acupuntura, sino otras terapias alternativas. Y que lo haga bien, porque ya estamos viendo lo que quiere hacer con la homeopatía.

martes, 24 de diciembre de 2013

Órganos y vísceras II

Continuamos con la entrada sobre órganos y vísceras. Esta vez trataré las relaciones existentes entre los distintos órganos.

Al igual que los 5 elementos, los distintos órganos correspondientes a cada elemento se pueden colocar formando un circulo, relacionándose entre sí, lo que queda resumido a grosso modo en la siguiente lista:
  1. El sangre del hígado nutre al corazón
  2. El fuego del corazón calienta al bazo
  3. El bazo nutre al pulmón
  4. El pulmón ayuda al agua del riñón
  5. El riñón ayuda a nutrir la sangre del hígado
Y así, se cierra el círculo y vuelve a comenzar.

Resulta curioso que el riñón es conocido como el órgano del agua y fuego, porque presenta un aspecto yin y otro yang, de ahí su función fundamental para la vida.

El yin y el yang no van por separado, todo tiene un lado yin y otro yang
Existen además una serie de órganos anexos con funciones similares a los órganos, pero con forma de víscera, como son el cerebro, la médula, los vasos sanguíneos y el útero. Curiosamente el útero a veces cumple funciones de órgano -pues dentro de él se aloja el feto durante el embarazo- y otras de víscera -menstruación-.

No hay que olvidar nunca que todos los zang y todos los fu tienen su lado yin y su lado yang, puesto que pese a que el zangfu es en sí materia, lo cual es yin, posee además una función, lo cual es yang.

Referencias:
  1. Medicina Alternativa: Segunda parte de las aplicaciones de la teoría de los cinco elementos. Enlace: http://medicinalternativa.es/segunda-parte-aplicaciones-teoria-cinco-elementos/

Órganos y vísceras I

En la Medicina Tradicional China y así en la acupuntura, las palabras órgano (zang) y víscera (fu) tienen un significado distinto. Primero, hay que decir que para ellos el órgano no es algo puramente anatómico, sino que es más que el órgano en sí, es su funcionamiento, sus relaciones, sus efectos y sus canales y puntos. Por lo tanto es importante durante la lectura de esta entrada desligarnos de nuestros conocimientos de la anatomía occidental, morfológica, y vaciar nuestras mentes para llenarlas con conocimientos nuevos. Segundo, he de comentar que usaré la denominación en chino (zangfu) para que no hayan errores al decir "órgano" y que pueda pensarse que quiero decir solo "víscera".

Los zangfu se relacionan con los 5 elementos. Así pues, están sometidos a las mismas reglas que estos, presentando interdominancia e intergeneración, determinando así el correcto funcionamiento del organismo al relacionarse todos los órganos con todos de un modo u otro y en la medida adecuada.

Puede decirse que los órganos (zang) son los órganos macizos, como el hígado, el bazo o el riñón, mientras que las vísceras (fu) son los órganos huecos, como la vesícula biliar, el estómago o la vejiga. Así pues, los órganos son yin, mientras que las vísceras son yang.


Como órganos encontramos:
  • Hígado: le corresponde la madera. Genera al corazón y controla al bazo. Almacena la sangre para fortalecer al corazón. Su debilidad puede afectar al corazón, por lo tanto.
  • Corazón: le corresponde el fuego. Genera al bazo y controla al pulmón. Su yang calienta el bazo, y si no lo hace bien eso repercute sobre el mismo.
  • Bazo: le corresponde la tierra. Genera al pulmón y controla a la tierra. El Qi del bazo puede distribuir la esencia.
  • Pulmón: le corresponde el metal. Genera al riñón y controla al hígado. Al limpiar y descender el Qi del pulmón, puede ayudar a la circulación del agua del riñón.
  • Riñón: le corresponde el agua. Genera al hígado y controla al corazón. Almacena la esencia para nutrir la sangre del hígado, y su agua puede inhibir el exceso de fuego del corazón.
Como vísceras encontramos:
  • Vesícula biliar: le corresponde la madera.
  • Intestino delgado: le corresponde el fuego.
  • Estómago: le corresponde la tierra.
  • Intestino grueso: le corresponde el metal.
  • Vejiga: el corresponde el agua.
Referencias:
  1. Medicina Alternativa: Segunda parte de las aplicaciones de la teoría de los cinco elementos. Enlace: http://medicinalternativa.es/segunda-parte-aplicaciones-teoria-cinco-elementos/

domingo, 22 de diciembre de 2013

Los 5 elementos

En la Medicina Tradicional China, la teoría de los 5 elementos resulta crucial. El taoísmo se originó a partir de la observación del mundo natural y su funcionamiento.  A partir de esta observación, los filósofos chinos llegaron a la conclusión de que todo estaba en constante cambio, de que nada era eterno, de que la interacción entre distintos elementos originaba el mundo que conocemos.

Tienen un origen común pero no, no hablo del conocido cómic de Jesulink, aunque recomiendo su lectura encarecidamente.
Así, establecieron 5 elementos arquetípicos que se relacionaban entre sí generando el resto de procesos de la Naturaleza: la madera, el fuego, la tierra, el metal y el agua. Estos cinco elementos y sus relaciones permiten comprender el mundo a nuestro alrededor, pero no sólo, pues también permite comprender cómo funciona nuestro organismo y por tanto cuál es el proceso de las diversas enfermedades que nos afectan, permitiendo tanto el diagnóstico como el tratamiento.
  • Madera (木): este hanju representa un árbol. Madera es el este, el viento, la primavera. Es el sabor ácido, el olor rancio. La madera es de color verde, y los zangfu (órgano-víscera) que le corresponden son el hígado y la vesícula. Se relaciona con los ojos (y por tanto la vista) y los tendones. La emoción ligada a la madera es la ira, que se expresa mediante el grito.
  • Fuego (火): el hanju representa una llama central con dos chispas a ambos lados. Es el sur, el calor y el verano. También el sabor amargo y el olor, lógicamente, a quemado. Rojo es el color del fuego, y sus zangfu son el corazón y el intestino delgado. El órgano de los sentidos del fuego es la lengua, y así se relaciona con el tacto y la palabra, además de con los vasos. Su emoción es la alegría, que se expresa mediante la risa.
  • Tierra (土): su hanju representa un montículo de tierra. Tierra es el centro, la humedad y el estío (la época del año en el que no es verano pero tampoco otoño). Se relaciona con el sabor dulce y el olor perfumado, y con el color amarillo. Sus zangfu son el bazo (o páncreas) y el estómago, y su órgano de los sentidos es la boca (o labios), por lo que se relaciona con el sentido del gusto. Su emoción es la preocupación, que se expresa mediante el canto.
  • Metal (金): su ideograma se corresponde con el de oro, pues es el metal por excelencia. Es el oeste, la sequedad y el otoño; el sabor picante y el olor a carne. Es el color blanco, y sus zangfu son el pulmón y el intestino grueso. Su órgano de los sentidos es la nariz, y así le corresponde el olfato. La emoción del metal es la tristeza, y el sollozo su expresión.
  • Agua (水): su hanju representa la corriente del agua. Le corresponden el norte, el frío, el invierno, lo salado, lo pútrido y el negro o azul. El riñón y la vejiga son sus zangfu, las orejas su órgano de los sentidos y el oído su sentido. Su emoción son el miedo y los celos, y se expresa mediante el gemido.
Los elementos entre sí presentan dos tipos de relaciones fisiológicas:
  1. Intergeneración (madre-hijo): cada elemento es generado por otro, y a su vez, generado a otro, formando un ciclo de generación en los que los distintos elementos pueden disponerse en un círculo, generándose de forma progresiva en el sentido de las agujas del reloj.
  1. Interdominancia (abuelo-nieto): cada elemento es controlado por su segundo anterior y a su vez controla a su segundo posterior, siguiendo el ciclo de intergeneración anteriormente descrito.
Del mismo modo, también existen relaciones patológicas entre los cinco elementos, que son:
  1. Agresión-usurpación: se produce cuando uno de los elementos entra en estado de plétora, agrediendo al elemento al que en condiciones normales solo domina, pudiendo inducir el abuelo insuficiencia en el nieto.
  1. Contradominancia: cuando el elemento nieto entra en plétora, puede invertirse la relación y controlar a su elemento abuelo.
Al relacionar los elementos con sus correspondientes órganos y vísceras, queda explicada la fisiopatología de las enfermedades que afectan al ser humano, permitiendo de esta forma un diagnóstico y un tratamiento. Por ejemplo, una plétora de hígado (madera) puede provocar un daño en bazo o estómago (tierra).

Referencias:
  1. Escuela superior de Medicina Tradicional China: Teoría de los cinco elementos. Enlace: http://escuelasuperior.mtc.es/teoria-cinco-elementos.php
  2. Apuntes de la asignatura de Acupuntura de 3º del Grado en Medicina de la Universidad de Cádiz.

sábado, 21 de diciembre de 2013

Yin y yang

Es la teoría más simple de toda la concepción que el taoísmo tiene del Universo, pero permite explicar cualquier fenómeno de la naturaleza. Originalmente se empleaban estos términos para indicar la posición de un lugar con respecto al sol, siendo yang el lado soleado y yin el sombreado, pero al observar la alternancia de los fenómenos de la Naturaleza y la sucesión del día y la noche, y como la luz y la sombra se siguen la una a la otra, los filósofos chinos llegaron a la conclusión de que todo en la Naturaleza tiene un lado yin y otro yang, dos lados contrarios que forman una unidad.

Yin es lo calmado, lo húmedo, lo oscuro, lo frío, la mujer, la noche, la sombra, el descanso, hace crecer la vida, es lo denso y pesado, lo material. También es lo inferior y lo interior, lo que está delante; es la estructura y el cuerpo, y se relaciona con los órganos (zang).

Yang es el movimiento, lo seco, lo brillante, lo caliente, el hombre, el día, la luz, la actividad, da la vida, es la energía; lo superior y lo exterior, lo que está detrás. Es la función, y se relaciona con las vísceras (fu).

El yin y el yang presentan una serie de relaciones entre sí:
  • Antagonismo e inhibición mutua: sus incrementos y descensos son correlativos, si el yang aumenta el yin disminuye.
  • Mismo origen y generación mutua: son parte del mismo todo, y el uno genera al otro, por lo que no pueden existir separadamente.
  • Transformación mutua: no están estáticos, sino que se mantienen en constante movimiento de transformación, pasando de yin a yang y viceversa.
Ambos están siempre en un equilibrio, y todo lo existente tiene un lado yin y otro yang, aunque uno pueda ser más yin o más yang. Por ejemplo: alguien con tendencia a tener frío, que prefiere las bebidas calientes, de rostro pálido y voz baja es más yin, mientras que alguien con tendencia a tener calor, que prefiere las bebidas frías, de rostro más enrojecido y voz alta es más yang. Sin embargo, ambos casos siguen teniendo su lado contrario, porque recordemos que siempre deben existir ambas partes.

El embarazo es un momento en el que la madre gestante (yin) contiene al pequeño en formación (yang)

Cuando existe un desequilibrio, ya sea por aumento de uno (plétora) o disminución de otro (insuficiencia), sobreviene la enfermedad.

De ahí su importancia en el tratamiento de las enfermedades, pues los distintos órganos, los cuales se relacionan a su vez con el yin y el yang, pueden estar en plétora o insuficiencia, provocando estados patológicos en otros órganos y, así, en el organismo del ser humano.

Referencias:
  1. Medicina Alternativa: Leyes básicas del Yin y el Yang. Enlace: http://medicinalternativa.es/teoria-yin-yang-primera-parte/
  2. Apuntes de la asignatura de Acupuntura de 3º del Grado en Medicina de la Universidad de Cádiz.

Blogs y páginas sobre MTC

Uno de los trabajos que realicé para la asignatura Acupuntura fue una pequeña recopilación de 3 blogs sobre acupuntura que encontrase buscando por Internet, añadiendo una breve explicación de por qué escogí uno de ellos. He pensado que sería interesante compartirlo con los lectores de este blog, así que debajo de estas líneas he insertado el mismo documento pero algo cambiado, añadiendo la explicación de por qué escogí los otros dos. Así pues espero, lector, que te sea útil :)


jueves, 19 de diciembre de 2013

Orígenes y breve historia de la acupuntura

Clásicamente se cree que la acupuntura se originó en la China de hace miles de años. Sin embargo, los primeros documentos que como tal hablan sobre ella o al menos la mencionan datan de hace tan solo unos pocos de cientos de años en nuestra era.

A pesar de haberse encontrado piedras y huesos tallados con forma de punzón ("bian") con una antigüedad de más de 6000 años, no resulta posible afirmar que tales herramientas fueran utilizadas específicamente para la técnica de la acupuntura, pues podrían haber sido utilizadas para pinchar abscesos o drenar sangre, algo que se ve apoyado porque el grosor de las herramientas no tiene nada que ver con el de las agujas actuales.

No se han hallado pruebas arqueológicas que defiendan el uso de la acupuntura en China antes de 198 a.C., aunque sí que se hallaron referencias a un sistema similar al de canales, aunque no como el actual.

Retrato de Huang Di, autor del Canon de Medicina Interna
La primera obra en la que se trate de forma organizada el diagnóstico y tratamiento en acupuntura es el Nei Jing de Huang Di (Canon de Medicina Interna, del año 100 a.C.), el mítico emperador amarillo. En la primera parte de la obra se tratan los pilares básicos de la MTC: teoría del yin-yang y teoría de los cinco elementos; en la segunda parte, se describen los órganos y vísceras (zang y fu, respectivamente), los canales y colaterales, el Qi y xue y causas y enfermedades, además de descripciones sobre el tratamiento de diversas dolencias. Muy probablemente, se trate de una compilación de tradiciones presentadas en términos taoístas. En esta época el concepto de canales y Qi queda bien establecido, habiendo de esperar más tiempo para una determinación anatómica precisa de los puntos.

Uso terapéutico de la moxa
Durante los sucesivos años y dinastías se fue desarrollando y alcanzando la consideración de terapia estándar en conjunto con otras terapias, como la dietoterapia, la fitoterapia y la moxibustión (la aplicación de calor intenso mediante la quema de moxas). Destaca la dinastía Ming, en la que se publicó una obra que sienta las bases de la acupuntura moderna: El gran compendio de acupuntura y moxibustión. En él se describe una gran cantidad de puntos de manera más precisa, aunque no se conociera aún una anatomía precisa.

A partir del siglo XVII, la acupuntura se consideró irracial y una superstición, sufriendo un declive gradual que llevó a la acupuntura a estar fuera de la ley.

Tras la instauración del gobierno comunista en 1949, se restauró la MTC, muy probablemente por razones nacionalistas (la medicina tradicional, propia, frente a la malvada medicina occidental), por el apoyo que los médicos descalzos habían brindado por lo general al partido, y por cuestiones económicas, pues supone un medio de proveer salud (en principio) a una gran cantidad de población. 

Es muy probable que la MTC reciba el apoyo de la República Popular China como reivindicación nacionalista

Resulta interesante mencionar que la acupuntura se extendió a Corea y Japón en el siglo XVI (aunque también llegó a otros sitios como Vietnam, un par de siglos más tarde). En cuanto a Occidente, Francia fue el primer país en importar esta técnica milenaria desde el lejano Oriente, extendiéndose así al resto del mundo occidental.

Actualmente, la acupuntura es ofertada como terapia alternativa de manera oficial en China, Vietnam y Cuba, aunque existen clínicas de acupuntura en muchos países. Además, la OMS muestra interés en la misma, e incluso ha elaborado estándares de canales y puntos que son utilizados como oficiales de facto.

Referencias:
  1. Wikipedia: Acupuntura [es]. Enlace: http://es.wikipedia.org/wiki/Acupuntura
  2. White, A (2004). A brief history of acupuncture. Rheumatology, 23 (5): 662-663. doi: 10.1093/rheumatology/keg005. Traducción al español disponible en http://vicente1064.blogspot.com.es/2013/05/una-breve-historia-sobre-la-acupuntura.html
  3. Acupunturachina.com.mx: Historia de la acupuntura china. Enlace: http://www.acupunturachina.com.mx/historia.htm. Último acceso el 27 de octubre de 2013.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

¿Qué es la acupuntura?


¡Buenas! Este blog ha sido creado como trabajo para la asignatura Acupuntura de 3º de Medicina de la UCA. En él, escribiré entradas de no mucha extensión hablando sobre aspectos de la acupuntura que me parezcan interesantes o sobre información reciente que encuentre, ya sea a favor o en contra de su consideración mayoritaria actual como pseudociencia. Dicho esto, vayamos manos a la obra :)


La acupuntura es una técnica de que forma parte de la medicina tradicional china (a partir de ahora, MTC). Consiste en la inserción y la manipulación de agujas en el cuerpo con el objetivo de restaurar la salud y el bienestar en el paciente. Se basa en principios que comparten otras disciplinas propias de la MTC, como el yin-yang y los 5 elementos, permitiendo a través de ellos diagnosticar patologías y, posteriormente, elaborar un tratamiento mediante el uso de agujas en zonas específicas de la superficie corporal, con el fin de alcanzar un equilibrio en principio perdido que causó la enfermedad.

Al igual que el resto de las terapias de la MTC, la acupuntura busca un enfoque holístico del ser humano, considerando no solo su aspecto físico ni órganos aislados, sino también su dieta, estado de ánimo y el organismo como un todo, buscando así el reestablecimiento del equilibrio y la plenitud de la persona.

Normalmente no es el primer tratamiento que se realiza: la MTC sostiene que la alimentación es clave para la salud -algo que actualmente se sabe-, con lo que lo primero suele ser cambiar los hábitos alimenticios y utilizar fitoterapia, y si no funciona, entonces se pasa a la acupuntura para acceder al Qi.

Porque no se insertan las agujas en zonas aleatorias, sino que se hace en sitios específicos, conocidos como puntos de acupuntura, que están a lo largo de los conocidos como canales o meridianos, a través de los cuales circula una energía vital en constante movimiento llamada Qi (pronunciado "chi"). Existen más de 360 puntos a lo largo de más de 14 canales (siendo los principales los Jing mai más dumai y renmai). Cuando se pincha con la aguja, se consigue reequilibrar la energía en el órgano o víscera relacionado con los puntos sobre los que se ha actuado, ya sea estimulándolos (tonificación) o bien deprimiéndolos (purga).
Actualmente la acupuntura se oferta como una terapia alternativa a la medicina occidental, teniendo especial interés para el tratamiento del dolor.

Referencias:
  1. Wikipedia: Acupuntura [es]. Enlace: http://es.wikipedia.org/wiki/Acupuntura